“Típica salida de minitas de domingo a la tarde”, me dijo mi querida ex compañera de CBC y amiga Melina Scattolino, que se ganó las entradas en un concurso del Alto Palermo. -¿Porqué tanto preconcepto, che? –, pensé – después de todo, también había una pareja de enamorados y una de gays sentadas en ese cine un martes a las 3.30 de la tarde-. Es cierto, Sex and the City (2, para mas diversión) no es una película que el macho argentino de Coco Sily tenga permitido ir a ver, pero no deja de ser una de esas comedias románticas (mas comedia que romane, debo aclarar) a las que yo llevo a mi novio semana de por medio a ver al cine. -Es lo que hay, man-, le digo, -te juntaste con una pochoclera-romántica incurable, no podes decir que nadie te advirtió-. Y eso se lo digo porque mi mejor amiga también detesta ese tipo de películas y siempre me anda criticando.
En este caso, mi amiga Melina me invitó a verla y lo disfruté cada segundo. Ya sea para bien o para mal, ver una de estas películas (o incluso los capítulos de la serie) es como estar sentado frente a la pantalla viendo Ftv, sólo que estas personitas forman un cuarteto de mujeres inolvidable, al contrario de nuestras no tan amigas modelitos esqueléticas.
Eso, sumado a la disparatada idea de Charlotte de una familia, la loca carrera de Miranda, la eterna obsesión de Samanta por el sexo (alentado por un sinfín de pastillas contra la menopausia) y la continuamente tormentosa relación de Carrie con John (Big, para los amigos), mas un viaje a un irreal Abu Dhabi, y la correcta música (me disculpan, pero para mí la música de las películas representa una gran parte del éxito, y más en este caso, donde se mezclan clásicos como True Colours, una versión cabaretera de “Single Ladies” por la mismísima Liza Minelli y versiones remixadas de música árabe), hacen que sea una película divertida, audaz con respecto a las elecciones de vestuario y muy entretenida, que provee un final perfecto para esta historia (esperemos, porque si sacan una tercera no creo que las defienda tanto, jajajaj). Perfecta para un domingo a la tarde con amigas, o un martes a la tarde con solo una; o como quieran, chicas, pero para no perdérsela.
"-Es lo que hay, man-, le digo, -te juntaste con una pochoclera-romántica incurable, no podes decir que nadie te advirtió-. Y eso se lo digo porque mi mejor amiga también detesta ese tipo de películas y siempre me anda criticando."
ResponderEliminarYo no te critico, sólo no comparto el gusto :P
Y ya sabemos que sos una pochoclera sentimentaloide, pero te queremos igual <3
más no puedo decir ya que no vi la peli y no pienso verla.. asiq no puedo decír nada sobre esta :P
t quiero (:
No sabía de la existencia de esta entrada, me hubieras dejado un enlace! (ya no decimos link, decimos "enlace", facebook nos va modificando el vocabulario)aunque supongo que debe ser bastante nuevito...
ResponderEliminarViste? La salida de minitas frívolas y sin vida social se transformó en algo positivo, primero (y antes que nada), porque nos vimos y las disfrutamos juntas, y segundo porque estuvo buenísima... que manera de reír! jajaja. Gracias por haber aceptado mi invitación y haber suportado mi paso de las pocas fichas al entusiasmo total. Voy a comprar el dvd (trucho, por supuesto) y alquilamos la anterior (porque el dvd que compre no es trucho, es malísimo, directamente) y las volvemos a ver... sí, JUNTAS! (las películas y nosotras).
Ahora voy a leer lo de los MTV que jamás leí, prometo!