jueves, 24 de junio de 2010

Nobody's life

Un ruido molesto la despierta casi tanto como la luz que entra por la ventana de su habitación. Se levanta a buscar el gusto de estar despierta, y no lo encuentra. Mientras se mira en el espejo y se cepilla descuidadamente los dientes, piensa en qué hizo mal. -Todos hacemos cosas mal- le responde el espejo. Cuánta verdad. Le parece que paga por los pecados de toda una vida.
Mientras el día transcurre, un sinfín de sinsentidos la desbordan. No comprende porqué su cuerpo no le obedece a su mente cuando le ordena que se desvanezca. Toma uno de sus libros favoritos y se escurre entre sus páginas. Se convierte en protagonista de la historia y en espectadora de la realidad, justo como siempre lo deseó. El tiempo se le escapa entre las hojas de papel amarillento que tantas veces acarició, y pronto debe apurarse para llegar a destino. Un jean, un adiós y otra mirada al espejo, y ahora siente que ya no es su reflejo. Ve tan solo esa imagen que se apresura en construir, porque la suya propia toma demasiado tiempo en armar. No viene con instrucciones esta vida.
Todo le parece tan lejano a su burbuja que se muestra indiferente. Se acostumbraron sus ojos a la pobreza y a la miseria, y no la asusta, ni la enternece, ni la asfixia como solía. Cada tanto una lágrima rueda por su mejilla, pero ya no la enjuga, solo la deja caer.
La masa chirriante de metal avanza lentamente por las vías, y ella se pregunta porqué tanto sacrificio por un sueño que sabe muerto. Odia viajar bajo tierra, y sin embargo lo hace metódicamente todos los días. Abre otro libro y lee sobre un corazón que es reloj de madera, y chequea para ver que el suyo no se ha transformado. No todavía. Sigue de carne, y latiendo, y doliendo.
No confía de sí misma en compañía de otros: tiene miedo de sus miedos, y es débil porque expone sus debilidades para que todos puedan atacarla. Su forma de expresar las cosas no siempre es la correcta y sin embargo nunca se calla.
Volviendo a su casa, que es también su hogar, llora. El amor no es siempre fácil, y no siempre acompaña. Siente que él no la comprende, y que la deja poco a poco, marchitándose. Espera que nadie note su dolor, y en esta ajetreada cotidianeidad, ya nadie la mira aunque estén a su lado.
Se sienta y espera que alguien la vea, y como nadie la ve, escribe. Escribe esperando que alguien la vea, y espera.

2 comentarios:

  1. "No viene con instrucciones esta vida." Oh, si! Me encantó esa oración (:

    Me gusta como escribís, Flor. Siempre me gustó, bah.
    Comentaría más pero nunca fui buena para estas cosas :p

    Te quiero (:


    Ah, una cosa más! Me hiciste acordar a Nobody's home de Avril Lavigne :P

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  2. Qué triste Flor =/ ¡Ya vendrán tiempos mejores!
    Que la vida no se haga cotidiana, aunque a veces cueste. Y a no acostumbrarse!!! A abrir los ojos!!!


    Saludos!
    Celes!

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