domingo, 12 de julio de 2009

Hace mucho tiempo que no compraba un libro. El último libro que mi papá me compró fue Los pilares de la Tierra de Kell Follet, pero lei un cuarto sin ningún entusiasmo, verdaderamente no era para mi.
Mi papá fue el que me inculcó mi pasión por leer, nosotros devoramos los libros, nos encanta leer. Él es un gran fanático de los libros que hablan sobre romanos y griegos, y debo decir que leí los 3 Alexandros de corrido, sin ningún problema, porque su mundo es fantástico e impredescible, tan diferente al nuestro que cuesta creer que alguna vez pasaron por esta tierra. Sin embargo, mi género son las novelas románticas (hay quienes dicen que es porque mi propia vida romántica no es interesante, entonces busco consuelo en páginas de besos apasionados e historias de amor imposibles que se concretan) y lo fantástico o maravilloso.
De chica, el primer libro que devoré fue Harry Potter (quién no) y después siguieron incontables libros, algunos parecidos, otros competamente diferentes, pero todo libros. ¿Porqué los libros son TAN irresistibles? no se puede saber.
De cualquier manera, en medio de esta emergencia sanitaria, cuando se me terminaron las películas alquilables, decidí ver Crespúsculo, y como quedé enamorada de su historia imposible (y contra el aviso de mi padre) me compré el libro.
Hacía mucho tiempo que no me enamoraba de un libro. Y por enamoramiento me refiero a que, una vez abierto el libro, no lo puedo soltar, y asi fue en este caso. Lo abrí, lo lei hasta las 4 de la mañana, me enrede entre las sábanas pensando en cómo sería la segunda parte, y hoy me dirigiré hacia la librería a buscarla. Enamorarse de un libro es el amor mas complicado, porque a veces hay respuestas que el autor en cuestión no nos responde, y hay cosas que quisiéramos que sucedieran que nunca se cumplen, hay cosas que queremos decirles a esos protagonistas que nunca van a escuchar, y, por sobre todo, todo libro tiene un fin. y perdón, pero no me gusta leer un libro dos veces. Pierde toda la magia.


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miércoles, 1 de julio de 2009

Parciales

Cosas que uno pierde cuando estudia para los parciales:

- Biromes
Vos las usas, las dejas sobre la mesa, y cuando volves PUF! no estan mas. No se cual es el gran misterio, debe haber algun tipo de triángulo de las Bic, o algo por el estilo. Y cuando no se te pierden, se te acaban o empiezan a escribir mas suavecito, y no se ve nada, y asi no se pueden leer los resúmenes.

- Paciencia
De repente empieza a molestarte todo, tenes sueño pero te acostas y no podes dormir, tenes hambre y nada te llena. En ese momento es cuando decis: "o mato al profesor o dejo la facultad", yo siempre tiro por dejar la facultad, pero nunca lo hago, ¿¿será que no tengo las "agallas"??

- Tiempo de sueño
O al menos en mi caso, es que durante el día simplemente no me concentro, es como si el sol me inhibiera las funciones mentales. Asi no va, digo, y me quedo hasta las 4 de la mañana leyendo algo que simplemente no comprendo.

- Ganas de vivir
Entre tanto leer sobre distintos tipos de psicología, los quinicientos gobiernos de Perón y las 24.835 formas de calcular un PBI, uno se da cuenta de cuan inútil es estudiar todo eso, y se quiere tirar por la ventana, porque seamos sinceros: si yo quiero ser periodista, ¿para que me sirve saber sobre la revolución cognitiva?

- La fe en uno mismo
Esto se pierde eso de las 4 de la mañana de la noche anterior al examen, es decir, cuanod uno comienza a ver las letras en borroso, y se confirma que de todo lo que leyó, no le quedó absolutamente nada, y empieza a pensar seriamente en tomar Memorex para el próximo examen, que va a ser (en mi caso) un final. A esto se suma el hecho de que te imaginas pleno diciembre, 45º a la sombra, estudiando esta misma materia, y preguntandote porque no habras puesto la cola en la silla antes.

y ustedes, que pierden??