viernes, 16 de julio de 2010

El invierno sería bueno para el corazón y malo para la espalda

Muy de crónica para cuando me vuelva famosa por mis teorías de porqué el invierno es bueno y el verano malo, and so.
Todos los q leen este blog (2, 3 personas con suerte) saben porqué el invierno es bueno para el corazón (el mío, por lo menos). Los grados bajo cero nos (me) hacen cantar cual Xuxa callejera –léase: todo el mundo está feliz, muy feliz, y no deja de bailar, de bailar-, y las campera, bufandas, botas y demás nos hacen reventar los ojos de envidia (si, eso está dentro de lo bueno del invierno).
- Pero, Flor, ¿porqué tu tan amado invierno es malo para la espalda? -, pregunta la parte racional de mi cerebro.
¿Ustedes vieron cómo camina la gente por la calle? Imbuidos en sus buzos, polars (o pólares, depende cuán seguidores amantes de mi no tan amiga la RAE sean), sweaters, tapados, impermeables, anoraks, gamulanes y ponchos, entre otros, la gente camina con su cabecita metida dentro del cuello, cual tortuga hibernante. Esto hace que suban los hombros y bajen la cabeza, y no al ritmo del último hit de la cumbia, sino porque el frío les congela hasta el último pelo de…la ceja.
Entonces, caminando por las calles de Buenos Aires durante el día mas frío del año (iupi iupi), Flor le encontró lo único bueno al verano: no nos hace doler la zona del omóplato.
Aún así, viva el invierno, el frío, y las gatafloras como quien les escribe. We rock.

1 comentario:

  1. jajaj me encantó tu teoría! Es verdad, debe ser lo único malo del invierno... bah, en mi caso tmb lo es enfermarse :P, pero ya es personal.
    Besos!!!

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