domingo, 17 de octubre de 2010

Feliz día, Dia feliz

Salir el día de la madre a la calle se siente como salir el primero de enero. ¿Ubican porqué? Ves a la gente contenta, pero con una especie de cara rara, que en este caso no se debe a la resaca del champagne por festejar mucho la noche anterior, sino a que en este precioso y soleado día la gente tiene que reunirse con sus familias.
Quienes me conocen dirán: che, vos no tenés ni pinche ni corte en temas de familia (porque mi familia vive en Córdoba, y no los veo mucho incluso cuando voy para allá), pero es lo que veo y me mata de risa. En toda familia hay una suegra bruja, y como es el día de la madre hay que saludarla, y por eso la cara rara de la gente el día de hoy.
Y al mismo tiempo, me da esta otra sensación: la gente se prepara, se pone linda, y sale a festejar. Como es una fiesta muy familiar, se los ve a todos muy apurados con tuppers y fuentes y ollas llenas de comida para compartir (y es esto lo que me hace acordar a las fiestas, donde la gente se junta al otro día para comerse las sobras) con sus recetas familiares, sus especialidades o sus desastres.
Las panaderías, atestadas de gente y vacías de pan; las florerías vendiendo hasta el último tallito verde; las perfumerías y los locales de ropa invadidos; y mi familia en casa, serena, tranquila, comiendo ravioles y tomado licuados, y toda la paz en la figura de mamá. Te quiero, mami, nuestra familia y vos son lo mejor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario